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 Sigo ahí. Cuando me vaya, recorda que no me fui, sigo ahí. En el pensamiento, en el recuerdo, en el suspiro, en el viento, en el polvo y en tu corazón.
 Yo. Quiero ser la brisa, el color, el espacio, el brillo y la naturaleza misma. No importa si no hay cielo o infierno, no quiero ninguno de esos. Lo que quiero es la libertad, sin ataduras, no más miedo a la vida o a la muerte, no quiero recordar, solamente quiero libertad para ir donde quiera. Quizás si un día me cansé de explorar y quiera volver una vez más, toque la rueda de samsara y empiece otra vez con esa ruleta de posibilidades qué es la vida. 
Mi país. Nunca salí debajo del velo color cielo que me cubrió toda la vida, qué lleno mi corazón de orgullo y de la fuerza que necesitaba para mi camino.  Me dio las herramientas que necesite para seguir, pero me dejó pulirme y brillar como una joya por mi misma. Anhelando que quizá qué sea yo quién un día devolviera la generosidad luchando por el Progreso, la Paz y la esperanza.